Te conocí en el momento justo

Conocer a alguien me parece es una de las situaciones más fuertes que realmente pueden existir, personalmente creo que conocer a alguien implica algo mucho más que simplemente haberse topado con alguien o haber coincidido en un momento y tiempo; sino más implica el poder comprender a alguien de tal forma que realmente lo creo imposible. 

Pero más allá de todo tipo de metafísica pesada, creo que en el sentido más coloquial el conocer se confunde con el coincidir y será a partir de esta idea que partiremos en la presente.

Conocer o coincidir por primera vez con alguien me parece es uno de los momentos más importantes que podemos tener, es aquella primera introducción que logramos y que tenemos con las personas, y la verdad siendo honestos creo que todos pensamos que causar una buena primera impresión es algo importante.

No obstante, debo señalar que a lo largo de mi vida pocas veces creo haber causado una muy buena primera impresión con las personas que luego formarían parte importante de mi vida o incluso que estas lo hayan hecho conmigo. Más bien, me parece curioso que en muchas ocasiones las personas con las que mejor me he llevado o se llevaron  mal conmigo a la primera impresión o yo me lleve una mala primera impresión de ellos.

Y he ahí la magia, realmente no sé hasta que punto llegue la posibilidad de conocer a alguien o porque realmente conocemos a alguien que nos marcará sea de forma o negativa; pero en cierto punto, soy fiel creyente que nos encontramos con las personas que necesitamos en el momento en el que lo necesitamos y que como, si fuera el destino actuando en nuestras vidas, caminamos y conocemos a quienes nos marcarán a futuro porque así de cierto modo estaba predestinado.

Quizás pueda parecer loco, pero en aquella idea de que todos tenemos una esencia dentro nuestro que nos hace ser quienes somos, creo que es esta la que nos acerca a las personas que estarán ahí en nuestro futuro o por el momento que nos toqué estar juntos. Bendito sea el cambio, porque nos hace caminar y conocer nuevas personas que se adaptan a nuestros momentos, pero bendito sea también el destino que nos lleva por nuevos caminos en los que tenemos tanto por descubrir.

Y si, a todo aquel que lea esto, quiero decirle que lo conocí en el momento justo, aun si nunca fuimos cercanos o si ya no lo somos, porque en el momento fuiste alguien que marcó mi camino y a aquellos que están ahora les agradezco la compañía que me hacen; por último a aquellos que recién conozco o conoceré espero el destino nos tenga preparadas grandes cosas.